Mermelada de arándanos, receta casera fácil

La mermelada de arándanos tiene sus orígenes en América del Norte, donde los arándanos son una fruta nativa. Este fruto ha sido utilizado durante siglos por las tribus indígenas de América del Norte tanto como alimento como con fines medicinales.

La tradición de hacer mermelada se ha transmitido de generación en generación, y se ha convertido en una parte importante de la cultura culinaria en muchos países. La mermelada de arándanos es apreciada por su sabor dulce y ácido, así como por su textura espesa y suave.

El método de preparación de esta deliciosa mermelada implica cocinar los arándanos con azúcar y agua hasta que se forme una consistencia similar a la mermelada. A continuación, se envasa en frascos esterilizados para su conservación.

Para utilizar la mermelada de arándanos, se puede untar en pan, galletas o panqueques como un acompañamiento dulce. También se puede utilizar como relleno para pasteles, tartas como la tradicional tarta de arándanos, o para endulzar otros postres caseros, así como en salsas para carnes o aves, o incluso, como aderezo para ensaladas.

Información de la receta

• Cantidad: 800 gr
• Calorías por ración (kcal): 466
• Tiempo de preparación: 10 minutos
• Tiempo de cocinado: 25 minutos
• Tiempo total: 35 minutos
• Tipo de cocina: americana
• Categoría: mermeladas

Ingredientes de la mermelada de arándanos

• 1 Kg de arándanos
• 500 gr de azúcar
• El jugo de ½ limón

Cómo preparar mermelada de arándanos

Lo primero que debemos hacer es lavar bien los arándanos, escurrirlos y meterlos en un recipiente junto con el azúcar y dejarlo macerar durante 1 hora a temperatura ambiente.

Ahora exprimimos medio limón y agregamos el jugo resultante a una cacerola junto con los arándanos y el azúcar.

Calentamos a fuego fuerte hasta que comience a hervir y seguidamente, bajamos a fuego medio-bajo y cocemos durante 30 minutos aproximadamente removiendo de vez en cuando.

Transcurrido ese tiempo, la mermelada ya ha debido de espesar. Si no es así, tendremos que cocinar durante unos minutos más, siempre vigilando y removiendo para que no se llegue a quemar.

Cuando la mermelada quede a nuestro gusto (hay que tener en cuenta que cuando se enfríe cogerá más consistencia), retiramos la cacerola del fuego y ya tendremos lista nuestra mermelada de arándanos.

Seguidamente, introducimos la mermelada caliente en los tarros de cristal esterilizados (más abajo te explico cómo esterilizarlos correctamente), cerramos herméticamente y ponemos los frascos boca abajo hasta que se enfríen por completo.

Una vez estén fríos los guardamos en el frigorífico, donde se pueden conservar en perfectas condiciones hasta un máximo de 6 meses.

Esterilización de los tarros para la mermelada

El mejor método para conservar la mermelada casera es en tarros de cristal perfectamente esterilizados, los cuales deben de disponer de tapas que cierren correctamente.

Para comprobar que estas tapas cierran a la perfección, lo mejor es llenar el tarro con agua hasta el borde, cerrar con la tapa y colocarlo de costado. Si vemos que pierde contenido, lo más recomendable es desechar esa tapa porque no servirá para conservar nuestra mermelada.

Una vez comprobadas las tapas, es momento de esterilizarlas junto con los frascos de cristal. Para ello, tendremos que meterlos en una olla y cubrirlos con agua. Calentamos la olla y contaremos unos 10 minutos a partir de que el agua comience a hervir. Luego sacamos los botes y las tapas y dejamos secar boca abajo sobre papel absorbente de cocina.

Utensilios recomendados para esta receta

Los tarros de cristal es un elemento importante para conservar cualquier tipo de mermelada. A continuación, te muestro los que yo utilizo en casa para mis conservas, y te puedo confirmar que son de buena calidad.

Resumen fácil de la receta

1. Macerar durante una hora los arándanos junto con el azúcar.
2. Cocer los arándanos en una cacerola a fuego medio-bajo, junto con el azúcar y el jugo de medio limón, durante 30 minutos y sin dejar de remover.
3. Cuando la mermelada tome la consistencia deseada, retirar del fuego e introducirla en tarros esterilizados.