Albóndigas en salsa

Las albóndigas son uno de esos platos típicos de toda la vida y que prácticamente no necesitan de ninguna presentación, pues estas deliciosas bolitas de carne picada, las cuales se cree que son de origen árabe, hace mucho tiempo que se hicieron famosas en el mundo entero, llegando incluso a formar parte de las llamadas «recetas de la abuela».

No existe una única receta para preparar las albóndigas, pues en cada casa se preparan de formas distintas, siempre dependiendo del gusto de cada uno. Pero lo mejor de todo, es que terminan siendo un bocado muy sabroso que gusta incluso a los más pequeños de la casa.

En esta ocasión las vamos a preparar con ajo y perejil, las cocinaremos en una rica salsa y en cuanto al acompañamiento, lo dejo a tu elección. Las puedes complementar con una ración de arroz, unas verduras a la plancha o con unas patatas.

Información de la receta

• Raciones: 4 personas
• Calorías por ración (kcal): 320
• Tiempo de preparación: 15 minutos
• Tiempo de cocinado: 40 minutos
• Tiempo total: 55 minutos
• Tipo de cocina: española
• Categoría: carnes

Ingredientes de las albóndigas en salsa

• 600 gr de carne picada de ternera
• 1 cebolla
• 3 dientes de ajo
• 1 rebanada de pan de molde sin corteza
• 100 ml de vino tinto
• 50 ml de leche
• 1 zanahoria
• 1 pimiento verde
• 1 tomate maduro
• 1 huevo
• 1 puñado de perejil fresco picado
• Pimienta negra recién molida
• Aceite de oliva
• Sal

Cómo preparar albóndigas en salsa

Metemos la rebanada de pan de molde en una taza y vertemos la leche. Dejamos que la miga absorba toda la leche y la estrujamos con la mano para escurrir gran parte de la leche.

En un bol añadimos la carne picada de ternera, un diente de ajo previamente pelado y picadito muy pequeño, la miga de pan escurrida, un huevo, el perejil picado y salpimentamos al gusto.

Mezclamos todo con la ayuda de un tenedor o con las propias manos bien limpias hasta conseguir una masa homogénea.

Formamos las bolitas con la masa hasta terminarla por completo. No conviene hacerlas demasiado grandes, yo las hago de un tamaño similar a una pelota de ping pong.

Calentamos un buen chorro de aceite de oliva en una sartén amplia y freímos todas las albóndigas hasta que cojan color por todos los lados. Seguidamente las retiramos de la sartén y las reservamos en un plato.

Pelamos y picamos la cebolla, la zanahoria y los 2 dientes de ajo que nos quedan. Pochamos durante 4-5 minutos estos ingredientes en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva y a fuego medio.

Añadimos el pimiento verde previamente lavado y picado en pequeño. Sazonamos la verdura a nuestro gusto y cocinamos unos minutos hasta que quede tierna. Incorporamos el tomate maduro, el cual deberá estar pelado y rallado con anterioridad. Cocinamos durante 6-8 minutos a fuego medio y removiendo de vez en cuando.

Vertemos el vino tinto y esperamos hasta que comience a hervir. Añadimos un vaso de agua y cocinamos durante 10-12 minutos más.

Pasamos todo por el pasapurés para convertirlo en una salsa y seguidamente, vertemos la salsa en una cazuela amplia.

Introducimos las albóndigas que habíamos reservado y cocinamos a fuego medio durante 6-8 minutos, meneando la cazuela de vez en cuando para que se mezclen todos los sabores y evitar que la salsa se nos pueda quemar.

Ahora ya tenemos listas nuestras albóndigas caseras con una salsita muy rica. Solo falta emplatar y servir inmediatamente a la mesa. Buen provecho!!

Otras recetas de albóndigas caseras que te recomiendo

Una de mis recetas preferidas para hacer estas deliciosas bolas de carne son las albóndigas de carne con guisantes, los cuales siempre añaden algo de sabor a la salsa y proporcionan una mejor vistosidad al plato.

Por otro lado, las albóndigas en salsa de cebolla también están muy ricas y la preparación es bastante similar a la que hemos visto hoy. Sin duda, estas bolitas de carne picada te van a sorprender.

Y no podían faltar las albóndigas con salsa de tomate. En mi casa las pones encima de la mesa y literalmente «vuelan», su salsa está espectacular y como siempre digo, están de «toma pan y moja».