Cannoli, unos pequeños canutillos rellenos de queso ricotta y frutas confitadas

Hoy vamos a preparar unos cannoli, uno de los postres sicilianos más ricos y que como muchos otros, no son tan conocidos fuera de Italia como puede ser el tiramisú tradicional. Su nombre proviene de su típica forma de canutillo, la cual se conseguía antiguamente enrollando la masa sobre una caña, de ahí viene el término canna.

Hoy en día, existen unos moldes cilíndricos metálicos que facilitan este trabajo antes de freír la masa, siendo un utensilio de repostería fundamental para hacerlos y que puedes comprar aquí.

Estos canutillos de masa han pertenecido a los dulces típicos que se hacían en Carnaval, aunque en la actualidad, estos ya se consumen durante todo el año, siendo un producto que se vende en las pastelerías y muy demandado por los turistas que visitan la ciudad de Sicilia.

Su elaboración pasa por formar los cannoli con una masa para después freírlos en aceite vegetal hasta que quedan doraditos y crujientes. Posteriormente se rellenan con queso ricotta aromatizado con vino dulce, Marsala o agua de rosas.

Es muy habitual encontrarlos con trozos de con frutas confitadas, las cuales les dan color y un toque de sabor dulce. Por último, se espolvorean con un poco de azúcar glas por encima y ya estarán listos para degustar, tentadores ¿verdad?, pues sin entretenernos mucho más, vamos a comenzar con la receta.

Información de la receta

• Cantidad: 15 unidades
• Calorías por ración (kcal): 254
• Tiempo de preparación: 45 minutos
• Tiempo de reposo: 1 hora
• Tiempo de cocinado: 30 minutos
• Tiempo total: 2 horas y 15 minutos
• Tipo de cocina: italiana
• Categoría: postres

Ingredientes de los cannoli

• 250 gr de harina de repostería
• 50 gr de manteca de cerdo
• 40 gr de azúcar glas
• 1 huevo batido
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 60 ml de Marsala o vino dulce
• 1 yema de huevo
• Aceite de girasol
• Sal

Para el relleno:

• 500 gr de queso ricotta
• 125 gr de azúcar glas
• 100 gr de frutas confitadas

Cómo preparar cannoli

El amasado podemos hacerlo a mano, pero mucho mejor si disponemos de un robot eléctrico de cocina o una amasadora. Si es así, ponemos dentro del bol los ingredientes, empezamos por la harina previamente tamiza, el azúcar glas, la canela, la manteca de cerdo, una pizca de sal, el huevo batido y lo amasamos a velocidad baja.

Cuando comiencen a integrarse los ingredientes, añadimos el vino Marsala y subimos la velocidad a media, mezclamos hasta que se unifique la masa. No debe ser muy ligera y sí lo suficientemente firme para manejarla.

La pasamos al banco de trabajo previamente enharinado y la amasamos durante 5 minutos hasta que quede homogénea y aireada. Hacemos una bola y la cubrimos con film, la dejamos reposar por 1 hora en el frigorífico.

Pasado el tiempo indicado, partimos la masa en 4 partes, las enharinamos un poco y las vamos estirando con el rodillo, dejándolas con un grosor muy fino de unos 2 milímetros.

Con un cortador de masa redondo de unos 10 cm de diámetro, cortamos las porciones de masa y seguidamente, las estiramos un poco con el rodillo dándoles una forma ovalada.

Enrollamos cada porción en los moldes cilíndricos, los cuales deberán de estar ligeramente engrasados con un poco de aceite de girasol, y solapamos los extremos con un poco de yema de huevo batida. Hacemos lo mismo hasta terminar con toda la masa, aprovechando también los recortes que nos vayan quedando.

Calentamos abundante aceite de girasol en una cazuela a fuego medio-alto y cuando coja temperatura, procedemos a freír los cannoli por tandas, el tiempo necesario hasta que se terminen dorando por todos los lados.

A medida que los tengamos listos, los iremos retirando sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante y hasta que se enfríen por completo.

En un bol añadimos la ricotta previamente escurrida, agregamos el azúcar glas y mezclamos bien con la ayuda de una paleta de cocina.

Introducimos la mezcla en una manga pastelera y rellenamos los cannoli, terminando por introducir los trozos de fruta confitada por sus extremos.

Emplatamos los cannoli en una fuente o plato grande para servirlos a la mesa y espolvoreamos con azúcar glas por encima. No hay que tardar mucho en consumirlos, pues a medida que pasa el tiempo, el crujiente de la masa irá desapareciendo. Buen provecho!!

Con qué acompañar los cannoli

A los cannoli se les pueden añadir otros ingredientes en el relleno, partiendo de que su base es el queso ricotta o incluso el mascarpone, el cual se utiliza en algunos casos.

Existen diversas variantes que se hacen con estos canutillos crujientes y que podemos encontrar en las pastelerías sicilianas, son entre otras, las que se rellenan de chocolate o de pistacho.

También la crema pastelera se ha ido incorporando a estos dulces, introduciendo nuevos sabores como el chocolate o la vainilla. Cualquier opción es realmente deliciosa, pequeñas almendras tostadas o frutos rojos, son nuevas posibilidades y que ya marcan tendencia en estos postres tradicionales.