Torta tres leches, receta fácil de un postre delicioso

La torta tres leches es un postre originario de América Latina, aunque su origen exacto es incierto ya que se ha popularizado en varios países, se cree que se remonta a la época colonial, cuando los colonizadores españoles introdujeron la técnica de empapar los bizcochos en leche.

La tradición de la torta tres leches consiste en preparar un bizcocho esponjoso, el cual se empapa en una mezcla de tres tipos de leche: leche condensada, leche evaporada y crema de leche (nata). Esta mezcla se vierte sobre el bizcocho y se deja reposar en el refrigerador durante varias horas para que el pastel absorba bien los líquidos.

Este tierno bizcocho se puede acompañar con crema batida, frutas frescas como fresas o duraznos, o incluso con un poco de caramelo líquido. También se puede decorar con merengue o chocolate rallado para darle un toque extra de sabor y una mejor presentación.

En cuanto al maridaje, al tratarse de un postre muy dulce y cremoso, se suele maridar con vinos dulces o espumosos. Un buen maridaje sería con un vino moscatel, un vino de postre como el Pedro Ximénez o incluso un espumante dulce. También se puede acompañar con café o té, especialmente si se sirve como postre después de una comida.

Información de la receta

• Raciones: 6 personas
• Calorías por ración (kcal): 388
• Tiempo de preparación: 45 minutos
• Tiempo de cocinado: 45 minutos
• Tiempo total: 1 hora y 30 minutos
• Tipo de cocina: venezolana
• Categoría: postres

Ingredientes de la torta 3 leches

• 5 huevos
• ½ taza de harina
• ½ taza de maicena
• ½ taza de azúcar
• 1 cucharadita de polvos para hornear
• Mantequilla

Para el relleno:

• 2 tarros de leche evaporada
• 2 tarros de leche condensada
• 2 tarros de crema de leche
• 3 cucharadas de maicena

Para el merengue:

• 4 claras de huevo
• 1 taza de azúcar

Preparación de la torta tres leches

La preparación del bizcocho requiere de ir precalentando el horno a 180º C, mientras, elaboramos la base, en un bol grande echamos las claras y las batimos a punto de nieve, añadimos una pizca de azúcar hasta que queden montadas. Agregamos ahora las yemas poco a poco y mezclamos todo con suavidad.

En otro cuenco, ponemos la harina, los polvos de hornear y la maicena, mezclamos y añadimos a todo esto la mezcla anterior de los huevos, lo removemos integrando todos los ingredientes.

Preparamos el molde para hornear untándolo con mantequilla, para facilitar el desmoldarlo después. Vertemos el contenido del cuenco dentro y lo llevamos al horno por unos 30 minutos. Comprobamos que ya esta listo por dentro pinchándolo con un palito y viendo que sale limpio, entonces lo sacamos del horno y dejamos enfriar.

Ahora hacemos el relleno del bizcocho, cogemos una cazuela y la llevamos al fuego, vertemos dentro el contenido de un tarro de leche condensada, junto con otro de la leche evaporada y otro de crema de leche, removemos hasta que veamos que comienza a hervir.

Añadimos entonces las tres cucharadas de maicena previamente disueltas en un poco de agua fría, removemos continuamente hasta que se nos forme una crema espesa, ahora ya podemos retirarla del fuego y la reservamos hasta que se enfríe.

Ahora mezclamos en un bol los contenidos del otro tarro de leche condensada, el otro de leche evaporada y el otro de crema de leche. Partimos el bizcocho por la mitad con cuidado de que no se rompa y cubrimos la parte de abajo con esta mezcla, poco a poco para dar tiempo a que el bizcocho lo vaya absorbiendo y volvemos a poner la otra mitad del bizcocho encima. Seguidamente, cubrimos el bizcocho por encima con la crema ya fría que tenemos en la cazuela y metemos el bizcocho a enfriar en el frigorífico durante unas 2 horas.

Mientras, hacemos el merengue de cobertura, cogemos un bol y echamos las 4 claras de huevo, las batimos hasta que se hagan a punto de nieve. Cuando las tengamos, añadimos el almíbar que preparamos con ½ taza de azúcar y un dedo de agua, mezclamos y lo agregamos a las claras. incorporamos ahora ½ taza más de azúcar a toda la mezcla y lo batimos de nuevo.

Decoramos con este merengue la torta por encima (nos podemos ayudar de una manga pastelera) y ya la tenemos lista para servir a la mesa. Seguro que gustará tanto que todos los comensales van a querer repetir, así que tienes el éxito asegurado con esta sabrosa torta tres leches.

Si dispones de un soplete de cocina, puedes quemar un poquito el merengue por encima momentos antes de servir la torta. Con el merengue un poco tostadito se consigue un sabor muy peculiar.