La cocina checa es una delicia para los amantes de la buena comida, con platos tradicionales y sabrosos que reflejan la rica historia culinaria del país.
La cocina checa es una de las más ricas y variadas de Europa Central, con una larga tradición culinaria que se remonta a siglos atrás. En este apartado, te proporcionaremos las recetas de los platos más emblemáticos y sabrosos de la gastronomía checa.
Uno de los platos más conocidos de la cocina checa es el goulash, un estofado de carne y verduras con un toque picante que se sirve acompañado de pan de centeno. Otro plato típico es el svíčková, un estofado de ternera con salsa de crema agria y arándanos que se sirve con panqueques de patata.
En cuanto a los postres, no puedes dejar de probar la trdelník, un pastel cilíndrico de masa dulce que se cuece a la parrilla y se sirve espolvoreado con azúcar y canela. También son muy populares los kolaches, unos pasteles rellenos de frutas, nueces o queso que se sirven como postre o merienda.
En cuanto a las bebidas, la cerveza es una parte importante de la cultura checa, con una gran variedad de cervezas artesanales que se elaboran en el país. La cerveza Pilsner Urquell es una de las más famosas, pero también puedes probar la cerveza negra de Praga o la cerveza de trigo de Bohemia.
El trdelník es un postre que cautiva por su sabor y textura única. Con ingredientes sencillos y un proceso de preparación no tan complicado, este dulce se ha convertido en una delicia irresistible para disfrutar en cualquier momento del día.
Esta sopa conocida con el nombre de Kulajda, es un plato muy popular en la República Checa que además cuenta con un gran valor nutricional. Se elabora principalmente con setas y crema agría y su sabor te llegará a sorprender.