Corazones Red Velvet, receta especial para enamorados
Prepara estos deliciosos y fáciles pasteles de corazón velvet para el día de los enamorados. Un postre fácil y muy decorativo con el que lucirte y disfrutar de una velada romántica sin dedicarle mucho tiempo a la cocina.
El día de los enamorados queda cerca y siempre nos apetece celebrarlo preparando algo especial que quede en el recuerdo y más aún si se disfruta comiendo algo tan delicioso como son estos pequeños pasteles de corazón Velvet, increíblemente deliciosos.
Estos dulces de terciopelo rojo, son tradicionales de la cocina americana, hechos con chocolate de un color rojo subido de tono, gracias a los colorantes que se utilizan para hacerlos. Hoy lo versionaremos en porciones más pequeñas para que podamos disfrutar del resto del menú, sin que se nos ocurra rechazar el postre por que nos hayamos quedado saciados.
Aunque no celebres este día de San Valentín, podemos usar el pretexto de estar enamorados de tantas cosas como de uno mism@ para darnos este capricho, porque esto igualmente cuenta, ¿verdad?. Sin duda es una idea sencilla con un gran acabado con el que celebrar el amor y la amistad.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 10 porciones
- Calorías por ración (kcal): 150
- Tiempo de preparación: 45 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 1 hora
- Tipo de cocina: americana
- Categoría: postres
Ingredientes necesarios
- 300 gr de harina de trigo
- 2 huevos
- 115 gr de mantequilla
- 300 gr de azúcar
- 250 ml de buttermilk
- 1 cucharadita de levadura química
- 10 gr de cacao puro en polvo
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 1½ cucharaditas de vinagre blanco
- ½ cucharadita de bicarbonato
- 2 cucharaditas de colorante alimentario rojo en pasta
- 250 gr de crema de leche
- 175 gr de queso en crema tipo Philadelphia
- 250 gr de queso mascarpone
- 150 gr de azúcar glas
- ½ cucharadita de sal
Cómo preparar pasteles de corazón Velvet
Comenzamos preparando la base donde pondremos la masa para hornear, una vez la tengamos hecha. Para ello untamos con mantequilla un molde cuadrado o la bandeja de horno, espolvoreamos un poco de harina por encima y lo precalentamos a 180º C.
Para la buttermilk, si no la encontramos, la podemos hacer mezclando en un bol a partes iguales, 125 ml de leche y 125 ml de yogur natural, añadimos 20 ml de zumo de limón y lo mezclamos, lo dejamos reposar 10 minutos y mientras seguimos con la receta, nos quedará como si estuviera la leche cortada.
Batimos en un cuenco grande con la ayuda de la batidora eléctrica a máxima potencia, la mantequilla que tenemos a temperatura ambiente junto con el azúcar. Batimos hasta que esta adquiera un tono blanquecino, durante unos 3 minutos.
Añadimos los huevos y seguimos batiendo. Bajamos la velocidad e incorporamos la harina tamizada, la levadura y la pizca de sal. Lo vamos intercalando a cucharadas con la buttermilk, mezclamos hasta que los ingredientes estén integrados. Agregamos una cucharadita de esencia de vainilla, el colorante y mezclamos de nuevo.
En un vaso mezclamos el vinagre junto con el bicarbonato, cuando comience a burbujear, lo pasamos a la mezcla y lo removemos bien.
Pasamos la masa al molde engrasado, lo repartimos bien, debemos dejar un dedo de grosor y lo llevamos al horno por unos 15 minutos. Pinchamos para ver que sale limpio el palillo y pasado el tiempo, lo sacamos y dejamos enfriar.
Cogemos el cortador en forma de corazón y vamos recortando el máximo de corazones posibles para aprovechar el bizcocho y los reservamos.
6 cortadores con forma de corazón y diferentes tamaños
Para hacer el relleno, en un bol con las varillas eléctricas batimos el queso en crema, le incorporamos el mascarpone y mezclamos. Le añadimos después una cucharadita de esencia de vainilla, el azúcar glas y seguimos batiendo.
Por último, añadimos la crema de leche o nata bien fría y batimos a máxima potencia por un par de minutos. Pasamos el frosting a una manga pastelera o nos ayudamos con una espátula de repostería.
Montamos los corazones alternando bizcocho y relleno, podemos hacerlos de tres capas o de cuatro, según la cantidad que nos hayan salido o necesitemos. Terminamos decorando con pequeños corazones de azúcar o a nuestra elección, podemos poner bolitas de colores del mismo tono o alguna viruta de chocolate. Refrigeramos un hora y ya estarán listos nuestros corazones, que los disfrutes con mucho amor!.
Consejos para hacer unos pasteles de corazón Velvet
A la hora de hornear el bizcocho, lo podemos hacer también sobre papel de hornear en la misma bandeja del horno y una vez fuera, a los 5 minutos, lo volcamos sobre un paño húmedo y le retiramos el papel fácilmente, dejándolo enfriar para después cortar.
Recuerda que el frosting puede ser mas o menos fluido dependiendo de gustos, cuanto más azúcar añadas, conseguirás un efecto más consistente, con el que poder incluso decorar la superficie.
Recomendamos el colorante en pasta para conseguir este color tan llamativo, los colorantes en líquido nos servirían igualmente, pero su acabado es mucho más suave, por mucha cantidad que se le añada.
Resumen fácil de la receta
- Engrasar y enharinar un molde cuadrado o bandeja para horno. Precalentar el horno a 180°C.
- Mezclar leche, yogur y zumo de limón. Dejar reposar.
- Batir la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina.
- Añadir los huevos uno a uno, batiendo bien.
- Incorporar harina tamizada, levadura y sal de forma alterna con la buttermilk.
- Agregar esencia de vainilla y colorante.
- Mezclar vinagre con bicarbonato y añadir a la masa.
- Verter la masa en el molde y hornear durante 15 minutos o hasta que esté cocido.
- Relleno: Batir el queso crema y el mascarpone hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
- Incorporar esencia de vainilla y azúcar glas.
- Agregar la crema de leche fría y batir a máxima velocidad hasta montar.
- Utilizar un cortador de galletas con forma de corazón para cortar la masa horneada.
- Alternar capas de bizcocho y relleno de queso crema.
- Decorar con corazones de azúcar, bolitas de colores o virutas de chocolate.
- Refrigerar durante una hora antes de servir.