Croutones, receta para hacerlos en casa
Los croûtons también conocidos como picatostes o tostones, son cubitos de pan tostado que se utilizan para dar textura crujiente a sopas, consomés, cremas o ensaladas. Aquí puedes descubrir la receta tradicional.
En esta ocasión vamos a preparar unos croûtons o croutones, que son cubitos de pan tostado cuyo origen lo encontramos en la gastronomía francesa, y que se pueden hacer tanto fritos en aceite caliente como en el horno. En algunos países se les conoce como picatostes o tostones y en la actualidad, se pueden encontrar fácilmente en cualquier supermercado.
Los croûtons se utilizan en cocina sobre todo para agregar una textura crujiente a todo tipo de recetas, como por ejemplo sopas, consomés, cremas o ensaladas como la ensalada César, en la que estos trocitos de pan tostado forman parte de sus ingredientes principales.
En ocasiones se consumen como aperitivo y suelen estar condimentados con ajo, perejil, pimentón o incluso con jengibre o acompañados de alguna salsa. A continuación te voy a mostrar la forma tradicional y más sencilla de preparar unos estupendos croûtons.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 4 personas
- Calorías por ración (kcal): 310
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocinado: 5 minutos
- Tiempo total: 10 minutos
- Tipo de cocina: francesa
- Categoría: panes
Ingredientes de los croutones
- 6 rebanadas de pan duro de hogaza de 1 cm de grosor
- Pimienta
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo preparar croutones
Comenzamos cortando las rebanadas de pan en cubos de un centímetro de lado aproximadamente. Seguidamente espolvoreamos por encima sal y pimienta al gusto.
Calentamos 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén y calentamos a fuego medio. Cuando el aceite esté ya caliente pero sin llegar a humear, freímos los trozos de pan por tandas para que el aceite no se enfríe demasiado.
A medida que vayan quedando doraditos por todos los lados y a nuestro gusto, los escurrimos y dejamos sobre papel absorbente de cocina. Repetimos la misma operación hasta terminar el pan y añadiendo más cantidad de aceite de oliva cuando sea necesario.
Durante todo el procedimiento es conveniente ir controlando la temperatura del aceite, la cual no debe de ser superior a 180º C porque los croûtons se podrían llegar a quemar enseguida, ni tampoco mucho menor, ya que entonces absorberían demasiado aceite y quedarían aceitosos.