Ensaimadas individuales
Prepara un desayuno perfecto o una estupenda merienda con estas ensaimadas esponjosas y súper ricas. Y si además las rellenas con tu mermelada preferida, se pueden llegar a convertir en toda una delicia para el paladar.
Las ensaimadas son una representación de la repostería típica de Mallorca, son un dulce tierno y esponjoso que siempre ha formado parte de nuestros desayunos o meriendas.
Los encontramos en las panaderías con ese aspecto de cubierta de azúcar glass que es muy difícil rechazar y nos incita a probarlas a cualquiera hora del día.
Aquí te muestro cómo puedes hacerte con una buena remesa para toda la semana y alegrarte las mañanas y las de tu familia, comenzamos antes de que se nos haga la boca agua, verdad?.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 8 ensaimadas
- Calorías por ración (kcal): 240
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de reposo: 2 horas
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 2 horas y 45 minutos
- Tipo de cocina: española
- Categoría: desayuno
Ingredientes de las ensaimadas individuales
- 450 gr de harina de trigo común
- 25 gr de levadura fresca o 12 gr de levadura seca panadero
- 100 gr de azúcar
- 40 ml de aceite de girasol
- 150 ml de leche
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 25 ml de aceite de oliva
- 80 gr de manteca de cerdo o mantequilla
- Azúcar glass
Cómo preparar ensaimadas individuales
Comenzamos preparando la esponja de levadura, para ello cogeremos un bol y en el ponemos 50 ml de leche de la lista de ingredientes, la llevamos al microondas para que este tibia, añadimos la levadura fresca o en polvo, una cucharadita de azúcar y otra de harina, restándolos de los que necesitamos en la receta. Mezclamos bien y dejamos que se active por 15 minutos cubriéndolo con papel film y reservamos.
En un bol grande ponemos la harina tamizada, le hacemos un hueco en el centro y ponemos dentro el azúcar, la cucharadita de esencia de vainilla, añadimos después el aceite de girasol, después el resto de la leche templada, el huevo que podemos poner ya batido, media cucharadita de sal en un extremo y seguidamente el levado que habíamos reservado. Mezclamos con una paleta hasta que ya veamos que nos cuesta trabajar la masa.
Ahora sobre una superficie lisa y un poco enharinada, ponemos la mezcla y la amasamos con las manos. Si viéramos que la masa está un poco seca añadimos una cucharadita de leche y si es al contrario una de harina. Después de estar amasando durante 10 minutos aproximadamente, hacemos una bola y la dividimos en dos partes y estas en cuatro cada una de ellas, obteniendo 8 porciones más o menos iguales.
Amasamos cada porción por separado y hacemos con cada una de ellas una pequeña bola que iremos poniendo sobre una superficie lisa cubierta con papel film y un trapo seco por 30 minutos para que se leven.
Pasado el tiempo cogemos un poco de aceite de oliva lo extendemos sobre la zona de amasado y estiramos con un rodillo una de las bolas, de manera que nos queden casi transparentes.
Cogemos mantequilla en pomada (debe de estar blanda pero sin llegar a derretirse), y la extendemos por toda la superficie de la masa estirada. Desde un extremo vamos enrollando la masa hasta hacer un canutillo que reservamos en otra superficie para que repose.
Hacemos lo mismo con las 7 bolas restantes, las cubrimos de nuevo con film y un trapo por 15 minutos. Pasado el tiempo, cogemos uno de los canutillos por ambos extremos y dejamos que se vaya estirando por su peso, lo acomodados en una bandeja forrada con papel vegetal y enrollamos en forma de ensaimada, tapando las puntas hacia dentro.
Una vez estén todas las ensaimadas, las tapamos con film y un trapo seco y dejamos que vuelvan a levar durante 1 hora y 30 minutos.
Precalentamos el horno a 190 ºC y pasado el tiempo de levado, las metemos al horno en dos tandas, ponemos la bandeja a un punto más bajo del centro del horno y lo dejamos de 12 a 15 minutos hasta que suban y cojan color doradito y después las sacamos.
Tal y como las sacamos, las dejamos enfriar en una rejilla, las pintamos con la mantequilla derretida y las espolvoreamos por encima con azúcar glass.
Consérvalas en un lugar fresco y cubiertas para que no se sequen. Una vez frías ya puedes disfrutarlas acompañando tu café, o rellenarlas como postre de nata, mermelada o dulce de leche, mmm riquísimas!!.