Flaó
Descubre la receta tradicional del flaó o pastel de queso de cabra, un postre ibicenco fácil de hacer y con un resultado muy rico. Sin lugar a dudas, es una estupenda opción para sorprender a todos tus invitados.
En esta ocasión vamos a preparar un postre tradicional muy rico, se trata del flaó, un pastel típico de Ibiza y Formentera, que se suele preparar para la celebración de Todos los Santos, aunque fuera de esas fechas tan señaladas, también se puede encontrar en prácticamente todas las pastelerías las islas, y ahora con esta receta, la podremos disfrutar en cualquier ocasión.
El flaó es un dulce que consiste en una base de masa hecha con harina y licor de anís. Su relleno es es de queso fresco de cabra aromatizado con unas hojas de hierbabuena, lo que le da un sabor muy especial y refrescante a este pastel. Todo un postre que merece la pena probar porque está realmente rico, así que vamos a comenzar con la receta!.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 10 porciones
- Calorías por ración (kcal): 292
- Tiempo de preparación: 35 minutos
- Tiempo de cocinado: 50 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 25 minutos
- Tipo de cocina: española
- Categoría: postres
Ingredientes del Flaó
- 500 gr harina de trigo
- 1 cucharada de levadura química
- 1 cucharada de manteca de cerdo
- 7 huevos
- 30 ml de licor de anís
- 450 gr de queso fresco de cabra
- 575 gr de azúcar blanquilla
- Azúcar glas (opcional)
- 12 hojas de hierbabuena
- Sal
Cómo preparar Flaó
Comenzamos preparando la masa, para ello ponemos 3 huevos junto con 200 gr de azúcar en el bol de la amasadora, conectamos a velocidad media y mezclamos bien hasta que estos ingredientes se integren bien. Este procedimiento también se puede hacer a mano, aunque es obvio que tardaremos algo más de tiempo.
Vamos añadiendo la harina tamizada a cucharadas poco a poco, la levadura química, la pizca de sal y seguimos mezclando. Incorporamos por último el anís y cuando se haya unificado la masa, dejamos que repose tapada con un paño limpio unos 20 minutos.
Mientras tanto, untamos con la manteca de cerdo un molde para quiché de 24 cm de diámetro, extendiéndola tanto por la base como por las paredes y reservamos.
Pasado el tiempo de reposo, extendemos la masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada con la ayuda de un rodillo. Trasladamos la masa a el molde y acomodamos cubriendo toda la base y las paredes, cortamos la masa que sobresale por los bordes con unas tijeras, quedando la masa como cuando se hace una quiche.
Con un tenedor pinchamos toda la base y metemos la masa en el frigorífico mientras continuamos con la preparación del relleno. Para ello, ponemos en un bol los huevos y el azúcar restantes y mezclamos bien hasta que tomen un tono blanquecino. Podemos hacerlo con unas varillas eléctricas para ahorrar tiempo y trabajo.
Incorporamos ahora el queso fresco de cabra previamente desmenuzado y por último, las hojas de hierbabuena previamente lavadas, secadas y picadas finamente. Removemos con una espátula con movimientos envolventes hasta que estos ingredientes queden integrados.
Precalentamos el horno a 10º C. con calor arriba y abajo. Cuando llegue a esa temperatura, sacamos la masa refrigerada y vertemos el relleno repartiéndolo por la superficie. Introducimos el molde en el horno durante 50 minutos aproximadamente, o hasta que la superficie coja un tono doradito.
Sacamos el flaó del horno y dejamos que se enfríe por completo a temperatura ambiente. Desmoldamos y espolvoreamos un poco de azúcar glas por encima si queremos que esté más dulce. Como decoración, colocamos unas hojitas de menta y ya tenemos nuestro flaó ibicenco listo para degustar. Buen provecho!!
Consejos para hacer el Flaó perfecto
Es importante que la masa una vez extendida sobre el molde, no la estiremos demasiado, para que al hornear no se encoja y deforme. Si no la podemos extender porque se nos pega al rodillo, la podemos refrigerar 15 minutos primero.
El tiempo de horneado puede variar dependiendo de cada horno, así que te recomiendo comprobar el estado de cocción de la masa antes de sacarlo del horno.
Aunque el flaó se puede comer a temperatura ambiente, generalmente se sirve frío después de haber estado en el frigorífico una hora como mínimo, eso ya es cuestión de gustos.