Focaccia

La focaccia es una especie de pan plano típico de la cocina italiana y el cual está recubierto de aceite de oliva con hierbas aromáticas. Su masa es muy parecida a la que se utiliza en las recetas de pizzas y lo mejor de todo, es que con solo 5 ingredientes conseguiremos una masa tierna y esponjosa.

La receta tradicional de la focaccia italiana tiene algunas variaciones que cada cual ha ido modificando según sus gustos. En algunas localidades de Italia se añade queso, verduras o incluso también existe la focaccia de ajo, mientras que en otros países latinoamericanos es habitual hacerlas con pescados crudos como las anchoas.

De una forma o de otra, lo que está claro es que la focaccia casera es un pan apetecible que cuando lo pruebas no puedes dejar de comerlo, siendo además, un estupendo acompañante que podemos servir en cualquier comida.

Receta de focaccia italiana

Información de la receta

• Raciones: 6 porciones
• Calorías por ración (kcal): 250
• Tiempo de preparación: 25 minutos
• Tiempo de Reposo: 2 horas y 45 minutos
• Tiempo de cocinado: 25 minutos
• Tiempo total: 3 horas y 35 minutos
• Tipo de cocina: Italiana
• Categoría: Panes

Ingredientes necesarios

• 350 gr de harina de fuerza
• 15 gr de levadura fresca o 5 gr de levadura seca
• 1 cucharadita de azúcar
• 200 ml de agua tibia
• 1 cucharadita de sal gorda
• 1 cucharadita de sal común
• 2 ½ cucharadas de aceite de oliva virgen
• 400 gr de tomatitos cherry
• Aceitunas negras sin hueso
• Orégano
• Romero

Preparación

En un cuenco ponemos la levadura desmenuzada junto con la mitad del agua tibia y el azúcar. Removemos hasta que se disuelva bien , lo cubrimos con un paño y dejamos que repose durante 15 minutos. Transcurrido ese tiempo veremos que la mezcla ha comenzado a espumar.

Añadimos la harina previamente tamizada a un bol grande y agregamos 1 cucharadita de sal. Formamos un hueco en el centro donde añadimos la levadura fermentada, el aceite de oliva y el resto del agua. Mezclamos bien con una paleta de cocina hasta conseguir una masa uniforme con textura pegajosa.

Mojamos nuestras manos con agua tibia y comenzamos a amasar durante un par de minutos en el mismo bol. Seguidamente cubrimos la masa con un paño limpio y dejamos reposar durante 20 minutos. A continuación volvemos a amasar durante dos minutos más y dejamos en reposo otros 20 minutos. Por último repetimos otros dos minutos de amasado y 20 minutos mas de reposo.

Trasladamos la masa a otro bol ligeramente aceitado, cubrimos con el paño y dejamos que repose durante una hora mas hasta que la masa duplique su tamaño.

Transcurrido ese tiempo, cubrimos la bandeja del horno con papel vegetal y con las manos humedecidas traspasamos la masa a la bandeja, estiramos con los dedos hasta cubrir la superficie y luego pincelamos la superficie de la masa con aceite de oliva.

Lavamos y cortamos los tomatitos cherry por la mitad y las aceitunas negras de igual forma. Colocamos estos dos ingredientes sobre la masa, distribuyéndolos por toda la superficie y hundiéndolos ligeramente con el dedo. Espolvoreamos orégano, romero y un poco de sal gorda, cubrimos de nuevo y dejamos en reposo durante 30 minutos mas.

Precalentamos el horno a 230º C con calor arriba y abajo, introducimos la bandeja en la parte inferior durante 15 minutos y luego colocamos la bandeja a mitad de altura durante otros 10 minutos.

Cuando la masa haya quedado bien hecha por dentro y doradita por fuera, sacamos la focaccia y la dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Ahora ya podemos disfrutar de una auténtica focaccia italiana. Buen provecho!!

Consejos para hacer una focaccia perfecta

Ya se que preparar este tipo de masas es bastante engorroso porque se pega mucho a las manos y hace difícil su amasado, pero para que nuestro pan de focaccia tenga esa esponjosidad tan especial, hay que hacerlo así y sobre todo, respetar los tiempos de levado para que la masa fermente y se expanda.

Si añades un poco de aceite de oliva con un spray cuando lo saques del horno, la focaccia quedará con ese toque tan esperado.