Crème brûlée, un postre de origen francés muy parecido a la tradicional crema catalana
La crème brûlée es un postre francés muy parecido a la tradicional crema catalana. Se basa principalmente en una crema elegante, delicada y suave con una capa de crujiente caramelo. Toda una delicia que tu paladar no debería perderse.
La crème brûlée o crema quemada es un postre de la gastronomía francesa que consiste en una crema elegante, delicada y suave, la cual se espolvorea con azúcar y luego se quema con un soplete de cocina para caramelizarla. Si nos fijamos en estas características, podemos apreciar una semejanza a la crema catalana tradicional, de la cual se tienen referencias mucho tiempo atrás que de la crème brûlée, y por este motivo, se cree que pueda tratarse de una variante del postre catalán.
La receta de esta crema dulce elaborada a base de huevos y leche es bastante fácil de preparar. Primero hay que hacer una mezcla, seguidamente distribuirla en recipientes individuales (ramequines o cazuelitas refractarias) y después de un tiempo de refrigeración, solo queda quemar azúcar por la superficie para formar una capa de caramelo y ya la tendremos lista. Así de sencillo.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 4 personas
- Calorías por ración (kcal): 336
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora
- Tiempo de refrigerado: 4 horas
- Tiempo total: 5 horas y 30 minutos
- Tipo de cocina: francesa
- Categoría: postres
Ingredientes de la crème brûlée
- 500 ml de nata líquida o crema de leche
- 100 gr de azúcar
- 5 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla
- Azúcar para quemar (cantidad al gusto)
Para decorar:
- Frutos del bosque
- Hojas de menta
Cómo preparar crème brûlée
Ponemos a precalentar el horno a una temperatura de 160º C. con calor arriba y abajo y sin función de ventilador.
Abrimos la vaina de vainilla cortándola con un cuchillo a lo largo y luego raspamos su interior con la punta del mismo cuchillo para recoger todas las semillas.
En un cazo ponemos la nata líquida, las semillas de vainilla y la vaina de donde las hemos extraído. Calentamos el cazo a fuego medio removiendo de vez en cuando y hasta que comience a hervir la nata.
Retiramos el cazo del fuego, tapamos y dejamos reposar durante 10 minutos. De esta forma, daremos tiempo a que infusione y la nata adquiera todo el sabor de la vainilla.
Mientras tanto, ponemos las yemas de huevo en un bol, añadimos el azúcar y batimos enérgicamente con unas varillas de cocina. Transcurridos 5 minutos aproximadamente, las yemas estarán cremosas y habrán blanqueado un poco.
Agregamos unas seis cucharadas de la nata en las yemas mientras removemos constantemente, así conseguiremos subir la temperatura de las yemas sin que lleguen a cuajar.
Vertemos la mezcla de las yemas en el cazo de la nata y removemos hasta que se integren completamente formando una crema. Pasamos la crema por un colador de malla fina para retirar cualquier resto o grumo.
Distribuimos la crema en recipientes individuales y los colocamos en una fuente o bandeja. Tanto los recipientes como la fuente tienen que ser aptos para el horno.
Para que nuestra crème brûlée no se seque en el horno y quede bien cremosa, tapamos los recipientes con papel de aluminio de forma individual.
Vertemos agua hirviendo en la fuente hasta que llegue a la mitad de la altura de los recipientes y metemos la fuente en el horno a media altura.
Horneamos durante 60 minutos y transcurrido ese tiempo, dejamos la crème brûlée en el interior durante 20 minutos con el horno apagado y la puerta un poquito abierta. De esta forma la bajada de temperatura será progresiva y terminará de hacerse.
Retiramos el papel de aluminio y colocamos los recipientes sobre una rejilla para que se enfríen a temperatura ambiente.
Cuando hayan enfriado, tapamos con papel film y los introducimos en la nevera durante un mínimo de 4 horas, o mucho mejor toda una noche.
Justo antes del momento de servir la crème brûlée, ponemos una capa fina de azúcar por la superficie y quemamos con un soplete de cocina (puedes comprarlo aquí) hasta que se forme el caramelo.
Dejamos un par de minutos para que solidifique el caramelo y decoramos con frutos del bosque y alguna hojita de menta. Ahora a disfrutar de esta deliciosa crema francesa. Buen provecho!!
Trucos para una crème brûlée perfecta
En el caso de que no puedas conseguir la vaina de vainilla, se puede sustituir perfectamente por pasta, extracto o unas gotitas de esencia de vainilla. También se puede sustituir la vainilla por una ramita de canela, cáscara de limón o cáscara de naranja, eso ya es cuestión de gustos.
Es importante que el agua que usemos para hacer el baño maría esté hirviendo, pues así conseguiremos que los recipientes cojan calor inmediatamente después de introducirlos en el horno.
El tiempo que la crème brûlée debe de estar en el horno mientras se hace al baño maría, puede cambiar en función de cada horno o de si queremos una crema más o menos cuajada dependiendo de nuestros gustos.