Fricandó de ternera, un delicioso plato de la gastronomía catalana que te va a sorprender
Cada semana procuro preparar en casa un guiso de carne porque nos gustan mucho. Esta vez toca hacer fricandó con setas, un plato típico de la gastronomía catalana muy sencillo de preparar y con un resultado de rechupete.
El fricandó o fricandeau en francés, es un estofado a base de carne de vacuno que pertenece tradicionalmente a la cocina europea, el cual se prepara de formas diferentes dependiendo de cada país o localidad.
Hoy nos vamos a centrar en el fricandó catalán, el cual se elabora con filetes finos de carne de ternera y setas, que bien pueden ser moixernons o perrochicos, senderuelas, níscalos u otros tipos.
Es un estofado de ternera que generalmente se cocina el día anterior y se suele recalentar al día siguiente justo antes del momento de consumirlo. De esta forma, los ingredientes se asientan y quedan mucho más sabrosos, mientras que la carne goza de una jugosidad que prácticamente se deshace en la boca.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 6 personas
- Calorías por ración (kcal): 110
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora y 15 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 35 minutos
- Tipo de cocina: española
- Categoría: carnes
Ingredientes del fricandó de ternera
- 1 kg de filetes finos de ternera
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 1 paquete de senderuelas o moixernons
- 200 ml de vino blanco seco
- Caldo de carne o de pollo
- 2 cucharaditas de pasta de tomate concentrado
- Harina
- 1 hoja de laurel
- Perejil fresco picado
- Pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
- sal
Cómo preparar fricandó de ternera
Comenzamos llenando un bol con agua fría, añadimos las setas y las dejamos en remojo durante 2 horas, después de aclararlas, las dejamos escurriendo y reservamos.
Cogemos los filetes de ternera finos, los más adecuados para esta receta, son los que se conocen como el cañón de la espaldilla o solomillo del carnicero. Situada en la parte superior de la paletilla del animal, es un corte que proporciona un delicioso sabor a la carne. Los ponemos en la mesa de trabajo y los salpimentamos por ambas caras.
En un plato, ponemos la harina y enharinamos los filetes por los dos lados, sacudimos la harina sobrante. Ponemos al fuego una cazuela de barro o de acero inoxidable, agregamos el aceite y freímos los filetes de ternera ligeramente por ambos lados y después los retiramos y reservamos.
Pelamos, cortamos y picamos en daditos los ajos y las cebollas, las sofreímos en la cazuela con el aceite sobrante de la carne, removiendo continuamente. Cuando la cebolla comience a pocharse, añadimos una cucharada de harina y dejamos que coja color. Añadimos el vino blanco junto con la hoja de laurel y reducimos hasta que espese.
Volvemos a poner la carne en la cazuela y vertemos el caldo hasta cubrir la carne, añadimos la pasta de tomate y dejamos que se cueza a fuego lento, con la tapa puesta por una hora aproximadamente, hasta que la carne quede tierna. Si vemos que durante la cocción hace falta más caldo, se lo añadimos.
Cuando falten aproximadamente 15 minutos para terminar la cocción, añadimos las setas reservadas y un puñadito de perejil picado. Probamos de sal y si es necesario rectificamos, antes de servir retiramos la hoja de laurel y ya podemos probar este fabuloso guiso!.
Trucos para un fricandó de ternera perfecto
Cuando frías la carne recuerda no poner el fuego muy alto, ya que ensuciará el aceite y los filetes quedarán secos. Si pones el fuego a media potencia y solo los doras, ese aceite servirá para hacer el sofrito de las verduras y el guiso ganará en sabor.
Como ya he comentado al principio de la receta, el fricandó gana mucho si lo hacemos el día anterior. Esto sucede con casi todos los estofados y guisos, pues la salsita gana mucho en sabor y queda de rechupete.
Con qué acompañar el fricandó de ternera
El mejor acompañamiento para este guiso, son unas deliciosas patatas al horno o fritas, esta receta sería perfecta, Patatas al horno con ajo y cebolla. El arroz blanco es otra alternativa, una buena guarnición que le irá fenomenal, completa el plato y se absorbe el sabor de la salsa, buenísimo!.
Y por supuesto, no te olvides de poner unas rodajas de pan, pues la salsa está de toma pan y moja. Si además pones encima de la mesa un buen vino tinto de Rioja o Ribera del Duero, puedes llegar a convertir esta comida en todo un espectáculo.