Costillas a la miel
Esta receta te guiará paso a paso para cocinar unas deliciosas costillas a la miel en el horno. Su elaboración es muy sencilla y la carne queda super tierna y jugosa, deshaciéndose prácticamente sola en la boca.
Posiblemente son las costillas más ricas que he probado y lo mejor de todo es que son muy fáciles de hacer, tan solo tenemos que embadurnarlas con una mezcla de especias y tener un poco de paciencia mientras se hacen en el horno.
Las costillas a la miel necesitan de unas 3 horas en el horno a una temperatura «baja» para que se hagan poco a poco. Con esto conseguiremos que su carne quede bien tierna y jugosa, despegándose fácilmente del hueso y que prácticamente se deshace en la boca.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Cantidad: 2 personas
- Calorías por ración (kcal): 520
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 2 horas y 50 minutos
- Tiempo total: 3 horas
- Tipo de cocina: internacional
- Categoría: carnes
Ingredientes de las costillas a la miel
- 1 Kg de costillar de cerdo
- 5 cucharadas de miel
- 4 cucharadas de salsa barbacoa
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de azúcar moreno
- ¼ de cucharadita de pimienta negra molida
- ¼ de cucharadita de cayena en polvo (opcional)
- 1 cucharadita de cebolla en polvo
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 4 cucharaditas de sal
Cómo preparar costillas a la miel
Comenzamos preparando la mezcla de especias con las que vamos a condimentar nuestras costillas. Para ello mezclamos en un bol al azúcar moreno, la sal, el pimentón dulce, el ajo en polvo, la cayena en polvo, la pimienta molida y por último la cebolla en polvo.
Removemos muy bien hasta que todo se integre completamente. Si no te gusta el picante puedes omitir la cayena, aunque con esta cantidad que hemos puesto no pica mucho.
Ahora dividimos el costillar en dos partes para que entre perfectamente en la bandeja del horno. Ponemos cada una de ellas sobre un trozo de papel de aluminio que sea suficientemente grande para poder envolverlas después.
Espolvoreamos la mezcla de especias por encima de cada pieza y frotamos con la mano para que se quede bien pegada a la carne, intentando que toda la superficie quede bien cubierta. Daremos la vuelta a cada pieza y haremos lo mismo por el otro lado.
Cuando tengamos los dos trozos de costillar bien embadurnados por ambos lados, volvemos a poner la parte más carnosa hacia arriba y los envolvemos con el papel de aluminio.
Primero doblamos los laterales y después cerramos completamente, quedando el cierre hacia arriba. Colocamos los costillares envueltos sobre la bandeja del horno y cubrimos el cierre de cada uno con otro trozo de papel de aluminio.
Precalentamos el horno a 160 º C con calor arriba y abajo. Con el horno ya a temperatura, introducimos la bandeja a media altura y horneamos durante 2 horas y 30 minutos aproximadamente.
Antes de que se cumpla el tiempo indicado, preparamos el glaseado de miel con el que terminaremos de cocinar nuestras costillas.
En un bol ponemos la miel y la salsa barbacoa, mezclamos con una cuchara hasta que quede una salsa integrada. Esta mezcla le dará a nuestras costillas un sabor increíble y un brillo que las hará aún más apetecibles.
Pasadas las dos horas y media sacamos las costillas del horno, las destapamos con cuidado procurando no quemarnos.
Seguidamente pincelamos con la mezcla de miel y salsa barbacoa.
Cuando ya tengamos las costillas untadas con esta deliciosa mezcla, las volvemos a meter en el horno pero esta vez destapadas. Horneamos durante 20 minutos más hasta que la superficie esté caramelizada.
Ahora ya solo queda retirar las costillas del horno y servirlas acompañadas de una ensalada o unas patatas fritas para completar nuestro plato.
Como puedes comprobar, quedan con una pinta increíblemente deliciosa y la carne super tierna, tanto que se deshace y se separa sola del hueso con cada mordisco. Buen provecho!!
Consejos para hacer unas costillas a la miel perfectas
Si tu horno tiene ventilador interior, no lo conectes porque es conveniente que las costillas asadas al horno se hagan lentamente para que su carne quede jugosa y no se reseque.
Para todos los amantes del picante, se puede añadir más cantidad de cayena en polvo o incluso, agregar unas gotitas de tabasco en la mezcla con la que untamos las costillas.
Otras recetas de costillas de cerdo que te recomiendo
Una receta muy parecida a esta que nos ocupa hoy, son las costillas de cerdo con miel y tomillo, en la que el tomillo le dará un toque de sabor especial a este delicioso plato.
Otra receta que te puedo recomendar son las costillas de cerdo caramelizadas, las cuales tendremos que marinar con una mezcla especial de miel, vino blanco y jugo de naranja con algunas especias. Realmente deliciosas!!
Y no podía faltar entre mis recomendaciones las costillas de cerdo tradicionales a la barbacoa, una receta que no necesita de gran cantidad de ingredientes, pues solo utilizamos costillas, salsa barbacoa, un poco de agua y sal.
Desde el momento en que comencé a prepararlas, el aroma dulce y ahumado que se desprendía de la cocina era irresistible. La combinación de la miel con las especias y la salsa barbacoa le dio a las costillas un sabor único y exquisito. La carne estaba tan tierna y jugosa que se desprendía del hueso con facilidad. Cada bocado era una explosión de sabores, dulces y salados, que se complementaban a la perfección. Sin duda, esta receta se ha convertido en una de mis favoritas y la recomendaría a cualquier amante de la buena comida.
Si no quiero hacerla en horno la puedo hacer en cazuela?
Hola Noemi, en la cazuela se pueden freír las costillas o hacer un guiso con ellas, pero asarlas solo podremos hacerlo en un horno.