Aloo paratha
Aprende cómo se prepara el aloo paratha, un pan plano relleno de patata especiada y que forma parte de la gastronomía india. Un estupendo bocado que sorprenderá a toda la familia.
El aloo paratha es un delicioso pan plano de origen indio que se elabora con harina de trigo, patata y una mezcla de especias que suele incluir comino, cilantro y cúrcuma. Para hacer la masa, se mezcla la harina con agua, aceite y sal, mientras que para el relleno, las patatas se cuecen, se machacan y se añaden especias para darle sabor. Esta mezcla se envuelve en la masa y se cocina en una sartén con mantequilla o ghee, dando como resultado un pan plano y crujiente por fuera, y relleno de un delicioso puré de patata especiado en su interior.
Existen algunas variaciones en cuanto a los ingredientes del aloo paratha, como la inclusión de cebolla, chiles, queso o distintos tipos de hierbas frescas, siempre personalizando el relleno a los gustos y preferencias de cada uno.
Generalmente, este pan indio relleno de patata especiada, se puede disfrutar en cualquier momento del día y se sirve acompañado de diferentes toppings, como crema de yogur, chutney o salsa de tomate, siendo una buena opción para aquellos que buscan probar algo nuevo, sirviéndolo a la hora del aperitivo, como entrante de una comida o formando parte de una cena informal.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 4 personas
- Calorías por ración (kcal): 170
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de reposo: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora
- Tiempo total: 2 horas
- Tipo de cocina: india
- Categoría: panes
Ingredientes necesarios
- 200 gr de harina de trigo
- 80 gr de harina integral
- 240 ml de agua caliente
- Aceite de girasol
- ½ cucharadita de sal
Para el relleno:
- 800 gr de patatas
- 1 cebolla
- Un puñado de cilantro fresco
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de semillas de cilantro molido
- Un trozo de jengibre fresco
- Pimienta negra molida
- Sal
Cómo hacer aloo paratha
Comenzamos mezclando los dos tipos de harina en un bol grande, añadimos dos cucharadas de aceite de girasol y mezclamos con los dedos hasta que la harina obtenga una textura grumosa. Vertemos el agua caliente poco a poco mientras vamos mezclando con una paleta de cocina, hasta que consigamos una masa homogénea y con cuerpo.
Sobre la mesa de trabajo ligeramente enharinada, trabajamos la masa con las manos durante 5 minutos hasta conseguir una masa elástica, formamos una bola, cubrimos con un paño limpio de cocina y dejamos que repose durante 30 minutos.
Mientras tanto, vamos a preparar lo que será el relleno. Para ello, pelamos las patatas, cortamos en trozos grandes y las colocamos en una olla. Cubrimos con agua, agregamos una cucharadita de sal, y cocemos a fuego medio el tiempo necesario hasta que la patata esté tierna. Escurrimos y reservamos.
Pelamos y picamos la cebolla, cortamos el trozo de jengibre en juliana fina y picamos el cilantro fresco. Chafamos las patatas cocidas en un recipiente y añadimos el jengibre, el comino molido, la cúrcuma, las semillas de cilantro molidas, la cebolla picada y salpimentamos al gusto.
Dividimos esta mezcla en ocho partes mas o menos iguales formando unas bolas y hacemos lo mismo con la masa que habíamos preparado al principio. Cogemos una bola de masa y la estiramos con la ayuda de un rodillo y sobre una superficie ligeramente enharinada, formando una tortita fina con forma redonda y con un diámetro de unos 15 cm aproximadamente.
Pincelamos la masa con un poco de aceite de girasol y colocamos una bola de la mezcla en el centro. Aplastamos un poco con la mano y cerramos la masa en forma de paquete cuadrado, solapando bien los extremos para evitar que la mezcla se salga.
Aplastamos el paquete ligeramente con los dedos y seguidamente, pasamos el rodillo estirando el paratha hasta conseguir un pan plato de 15 cm de diámetro. Hacemos la misma operación con el resto de porciones de masa y relleno. Pincelamos todos los panes con un poco de aceite de girasol por ambas caras.
Cocinamos los panes de uno en uno en una sartén antiadherente con unas gotitas de aceite y a fuego medio-alto, el tiempo suficiente para que queden doraditos por ambos lados. A medida que los tengamos listos, los iremos dejando en una fuente o plato y cubiertos con un paño para evitar que se enfríen demasiado.