Caldo de carne casero
En esta ocasión vamos a preparar una receta tradicional de caldo de carne, un ingrediente indispensable para hacer sopas, estofados y salsas. Descubre cómo se hace el caldo de carne que hacían nuestras abuelas.
Como ya sabemos, un buen caldo de carne es necesario para hacer una gran variedad de recetas de cocina como la tradicional sopa castellana o estofados de carnes y salsas, aportando mucho sabor y haciendo que los platos queden mucho más sabrosos.
Aunque hoy en día se puede comprar ya hecho o bien hacerlo utilizando pastillas de concentrado, la calidad y el sabor no va a ser el mismo que si lo hacemos casero. Por eso, hoy vamos a preparar un estupendo caldo de carne como la hacían nuestras abuelas, siguiendo unos sencillos pasos y utilizando ingredientes naturales.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Cantidad: 1,5 litros
- Calorías por ración (kcal): 267
- Tiempo de preparación: 25 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora y 25 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 50 minutos
- Tipo de cocina: internacional
- Categoría: caldos
Ingredientes del caldo de carne
- 3 trozos grandes de carne veteada de ternera
- 2 cebollas
- 3 zanahorias
- 2 tomates
- 2 dientes de ajo
- 3 litros de agua
- Pimienta
- Orégano
- Tomillo
- Perejil
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo preparar el caldo de carne
Primeramente doramos la carne con un poco de aceite en una olla grande. Después añadimos las zanahorias previamente peladas y cortadas, las cebollas cortadas en juliana, los tomates cortados a dados y por último los dientes de ajo pelados y enteros.
Cocinamos todo junto durante 10 minutos removiendo de vez en cuando. Entonces añadimos el agua y bajamos a fuego lento para que se vaya cociendo todo muy despacio.
Transcurridos los primeros 15 minutos de cocción, retiramos todas la impurezas que se habrán formado en la superficie. Utilizaremos una espumadera para retirarlas. Seguidamente incorporamos una pizca de orégano, otra de perejil y otra de tomillo. Salpimentamos al gusto.
Espumadera de Malla de acero inoxidable
Dejamos cocer otros 45 minutos y volvemos a retirar impurezas si es necesario. En el caso de que se evapore mucha agua, añadiremos un poco más de agua hirviendo si es necesario.
Transcurrido el tiempo indicado, retiramos del fuego, colamos y rectificamos de sal si es necesario. Ahora ya tenemos preparado nuestro caldo de carne casero para utilizarlo a conveniencia. Se puede conservar 3-4 días en el frigorífico o si es para más tiempo no queda otra que congelar.
Trucos para un caldo de carne perfecto
Uno de los trucos más importantes es utilizar ingredientes de calidad. Elige una buena pieza de carne, preferiblemente con hueso, ya que esto le dará más sabor al caldo. También es importante añadir verduras frescas, como cebolla, zanahoria y apio, para darle un toque extra de sabor y nutrientes.
Otro truco es dorar la carne y las verduras antes de añadir el agua. Esto ayudará a potenciar los sabores y aportará un color más intenso al caldo. Además, puedes añadir hierbas aromáticas, como laurel, tomillo o perejil, para darle un toque de frescura.
Para que el caldo quede claro y limpio, es importante no hervirlo en exceso. Deja que hierva a fuego lento durante varias horas, removiendo de vez en cuando para que los sabores se mezclen bien. También es importante retirar la espuma que se forma en la superficie, ya que esto ayudará a que el caldo quede más limpio.
Una vez que el caldo esté listo, puedes colarlo para retirar los restos de carne y verduras, y así obtener un caldo más limpio y ligero. Puedes utilizar el caldo como base para sopas, guisos o arroces, o simplemente tomarlo caliente en una taza para reconfortarte en los días fríos.
Resumen fácil de la receta
- Dorar la carne en una olla con un poco de aceite caliente.
- Añadir las zanahorias, cebollas y tomates, todo troceado.
- Agregar los dientes de ajo pelados y enteros.
- Pochar durante 10 minutos y verter el agua y añadir una pizca de orégano, perejil y tomillo.
- Salpimentar al gusto y cocer durante una hora a fuego medio retirando todas las impurezas.
- Colar el caldo y utilizar a conveniencia.