Croquetas de berenjena y huevo cocido
Pocas recetas hay que sean más típicas que las croquetas, pues se han convertido en uno de los entrantes más populares en nuestra gastronomía. En esta ocasión las hacemos de berenjena y huevo cocido.
En esta ocasión vamos a preparar una receta muy similar a la de croquetas caseras de berenjena que ya publiqué hace unos meses, pero esta vez haremos algún que otro cambio, como por ejemplo incluir huevos cocidos, los cuales hacen aún más apetecibles estos deliciosos bocados.
Las recetas de croquetas caseras en general son bastante sencillas, aunque también es cierto que requieren de un poco de paciencia en la cocina, pues debemos hacer una bechamel, enfriarla para que se pueda manejar y por último, formar las croquetas y freírlas.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 6 personas
- Calorías por ración (kcal): 229
- Tiempo de preparación: 35 minutos
- Tiempo de cocinado: 45 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 20 minutos
- Tipo de cocina: española
- Categoría: aperitivos
Ingredientes de las croquetas de berenjena y huevo cocido
- 1 berenjena
- 1 cebolla
- 2 huevos cocidos
- 2 huevos
- 600 ml de leche
- 70 gr de harina
- 20 gr de mantequilla
- Pan rallado
- Pimienta negra molida
- Nuez moscada
- Aceite de oliva
- Aceite para freír
- Sal
Cómo preparar croquetas de berenjena y huevo cocido
Comenzamos pelando la berenjena y posteriormente, la cortaremos en dados pequeños. Pelamos y picamos finamente la cebolla.
Ponemos la berenjena en un recipiente y cubrimos con agua y una cucharadita de sal. Transcurridos 30 minutos la escurrimos bien y con esto habremos logrado retirar el sabor amargo de la berenjena.
Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén a fuego medio, y cuando coja temperatura, agregamos la berenjena bien escurrida.
Salteamos durante 3-4 minutos y añadimos la cebolla picadita. Bajamos el fuego a medio-bajo y sofreímos todo junto durante 10-12 minutos aproximadamente o hasta que la cebolla comience a dorarse.
Incorporamos la mantequilla y cocinamos hasta que se derrita por completo. Agregamos la harina y cocinamos durante 2-3 minutos, removiendo un poco al mismo tiempo para que la harina pierda el sabor a crudo.
Vertemos la leche y la incorporamos poco a poco removiendo con unas varillas de cocina. Añadimos una pizca de sal, otra de pimienta negra molida y por último, otra de nuez moscada.
Cocinamos a fuego lento y removiendo constantemente hasta que veamos que la bechamel de las croquetas espesa lo suficiente como para separarse de las paredes de la sartén mientras removemos.
Retiramos del fuego y agregamos los huevos cocidos previamente rallados con un rallador. Mezclamos bien hasta que se integre por completo.
Traspasamos la bechamel a un plato o fuente y tapamos con film de cocina, tratando en todo momento de que el plástico haga contacto con la bechamel, de esta forma evitamos que se forme costra. Metemos la bechamel en la nevera y dejamos que se enfríe por lo menos durante 1 hora.
En un recipiente batimos dos huevos con una pizca de sal y en otro recipiente colocamos pan rallado. Cogemos porciones de la masa con una cuchara y las iremos impregnando bien con el pan rallado, dándolas la forma de croqueta con las propias manos.
Seguidamente pasamos las croquetas por el huevo batido, escurrimos un poco, volveremos a rebozarlas en el pan rallado y las iremos dejando sobre una bandeja. Repetimos estos pasos hasta gastar toda la masa de croquetas.
Dejamos reposar todas las croquetas durante 15 minutos antes de freírlas. Si no vas a utilizarlas todas, puedes congelarlas en este momento para freírlas otro día.
Calentamos abundante aceite para freír en una sartén a fuego medio-alto. Cuando haya cogido temperatura, vamos friendo las croquetas por tandas hasta que estén doraditas por todos los lados.
A medida que estén listas, las iremos sacando y las dejaremos sobre papel absorbente de cocina para retirar el exceso de aceite. Repetimos la operación hasta tener todas las croquetas de berenjena listas para servir a la mesa. Buen provecho!!
Cometarios y sugerencias
En el caso de que la bechamel nos quede demasiado líquida, podemos diluir una cucharada de maicena en medio vaso de agua bien fría. Añadimos poco a poco en la sartén mientras removemos y cocinamos hasta que la bechamel tenga la textura deseada.
Si por el contrario la bechamel nos ha quedado muy espesa, solo tenemos que añadir un poquito más de leche y remover hasta dejarla a nuestro gusto.
Si has decidido congelar las croquetas, no es necesario descongelarlas antes de freírlas. Calienta el aceite y fríelas tal cual están, tardarán un poquito más en dorarse pero el resultado es el mismo.
excelente receta me encantó! gracias por darnos ideas practicas para preparar alimentos deliciosos, nutritivos y saludables!
Aunque las croquetas siempre llevan algo de trabajo hacerlas, merece la pena disfrutar de ellas en la mesa.