Panna cotta
En esta ocasión te muestro la receta tradicional italiana para que disfrutes de una auténtica panna cotta en casa. Un postre con textura suave y cremosa, para el que no es necesario utilizar el horno y que además, siempre sale bien.
La panna cotta es un postre italiano tradicional de la región de Piamonte, el cual se prepara con leche, nata líquida o crema de leche , azúcar y gelatina o agar agar. Su textura es suave como la de un flan y generalmente se sirve adornada con frutas del bosque o cualquier tipo de mermelada, siendo la más utilizada la de fresa.
Para hacer este delicioso dulce cremoso no es necesario utilizar el horno, por lo que es perfecto para prepararlo en cualquier momento. Se consume cuando ha cuajado y después de haber estado varias horas en la nevera, así que puede ser una buena opción si estás buscando un postre que puedas dejar preparado para el día siguiente.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 4-6 personas
- Calorías por ración (kcal): 210
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo de refrigerado: 5 horas
- Tiempo total: 5 horas y 35 minutos
- Tipo de cocina: italiana
- Categoría: postres
Ingredientes de la panna cotta
- 500 ml de nata líquida 35% M.G.
- 200 ml de leche entera
- 6 hojas de gelatina (10 gr en polvo)
- 60 gr de azúcar glass
- 1 vaina de vainilla
- Frutos del bosque para decorar (opcional)
Cómo preparar panna cotta
Abrimos la vaina de vainilla a lo largo con la punta de un cuchillo y extraemos las semillas, esto lo haremos raspando el interior con el mismo cuchillo.
Introducimos las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría durante 10 minutos para que se hidraten.
Mientras tanto, ponemos en un cazo la leche entera, la nata líquida y el azúcar glass. Mezclamos bien con unas varillas de cocina y agregamos las semillas y la vaina de vainilla abierta.
Calentamos a fuego medio durante unos 10-15 minutos removiendo constantemente y sin dejar que llegue a hervir. Retiramos el cazo del fuego.
Colocamos las hojas de gelatina hidratadas previamente escurridas en otro cazo y vertemos el contenido la mezcla de leche y nata que tenemos preparada, pero hay que colarla previamente con un colador de malla fina para retirar todos los restos de la vainilla. Mezclamos de nuevo con las varillas hasta que la gelatina se disuelva y se integre perfectamente.
Distribuimos la mezcla entre los recipientes individuales. Yo he utilizado en este caso unas copas, pero también pueden ser vasos o incluso moldes para flanes.
Introducimos los recipientes en el frigorífico durante al menos 5 horas, o mejor si es de un día para otro, así la panna cotta quedará con una textura suave mucho mas consistente.
Sacamos del frigorífico justo antes de servir a la mesa y decoramos con unos frutos del bosque a nuestro gusto. Buen provecho!!
Con qué acompañar una panna cotta
En esta ocasión la hemos servido con unos frutos del bosque, pero también es habitual comer panna cotta con la mermelada que más nos guste. Puedes probar con las más habituales, que son la mermelada de fresa, mermelada de arándanos o la mermelada de frambuesas.
Y si ya te gusta experimentar con los sabores, te recomiendo probarla con trufa de chocolate porque realmente está deliciosa.