Patatas revolconas o patatas meneás

No hace falta desplazarte hasta Ávila para probar unas deliciosas patatas revolconas. Con esta receta original, las puedes hacer fácilmente en tu casa.

Receta de patatas revolconas

Hoy vamos a preparar una de esas recetas con patatas bien sabrosas. Se trata de las patatas revolconas, un aperitivo muy popular sobre todo en las zonas de Ávila, Salamanca y Extremadura. Su elaboración es muy sencilla y en casa nos encantan a todos.

Con esta receta aprenderás cómo se hacen las patatas revolconas o meneás, un plato que originariamente preparaba la gente humilde y que hoy en día, es muy habitual encontrarlo en bares, restaurantes y tabernas, donde te lo sirven como tapa acompañado de unas cervezas.

Información de la receta

  • Raciones: 4 personas
  • Calorías por ración (kcal): 350
  • Tiempo de preparación: 5 minutos
  • Tiempo de cocinado: 20 minutos
  • Tiempo total: 25 minutos
  • Tipo de cocina: española
  • Categoría: patatas

Ingredientes de las patatas revolconas o patatas meneás

  • 4 patatas
  • 250 gramos de panceta o bacon de 1 cm de grosor
  • 3 cucharadas pimentón dulce
  • 1 cucharada de pimentón picante (opcional)
  • 3 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • Pimienta
  • Aceite de oliva
  • Sal

Cómo hacer patatas revolconas o patatas meneás

Lo primero que vamos a hacer es pelar las patatas, y una vez que las tenemos bien peladas y lavadas, las vamos a partir en trozos. El tamaño da igual porque luego las vamos a triturar.

Ponemos agua en una cazuela y echamos las patatas, ponemos el fuego a medio-alto, añadimos el laurel, la sal y los dientes de ajo. Dejamos que las patatas se cuezan durante 20 minutos aproximadamente hasta que queden blanditas.

Mientras que las patatas se cuecen, vamos a cortar la panceta o torreznos en trozos ni muy grandes ni muy pequeños, lo mejor es partirlos lo justo para comer cada trozo de un bocado.

Retiramos las patatas del fuego cuando haya transcurrido el tiempo indicado y las escurrimos. Las pasamos a un recipiente quitando los dientes de ajo, las hojas de laurel, las aplastamos con un tenedor y reservamos.

Ahora en una sartén vamos a freír los torreznos con abundante aceite bien caliente. La gracia es que quede tierno por dentro y bien crujiente por fuera. Tapamos la sartén para evitar salpicaduras de aceite. Cuando ya esté doradito, retiramos del fuego y pasamos los torreznos a un papel absorbente para retirar el exceso de aceite y reservamos.

Quitamos un poquito de aceite de la sartén y en el mismo aceite que nos queda y sin poner la sartén en el fuego para evitar que se nos queme, vamos a echar el pimentón dulce y si lo deseamos también picante, lo removemos todo bien y lo echamos sobre la patata aplastada que habíamos reservado.

Lo mejor es incorporarlo poco a poco mientras vamos mezclando, así graduamos la cantidad de aceite necesario hasta dejarlo a nuestro gusto. Tiene que quedar perfectamente integrado con la patata. Cuando lo tengamos, ya solo queda emplatar con los torreznos y listo, ahora ya podemos disfrutar de unas auténticas patatas revolconas. Buen provecho!!


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