Tarta de queso sin horno
Hoy vamos a preparar una rica tarta de queso en la que no es necesario encender el horno de casa, por lo que es mucho más sencilla de hacer y perfecta para cualquier día caluroso de verano, pues esta tarta se sirve bien fresquita y está de rechupete.
Hoy vamos a preparar todo un clásico de los postres caseros. Consiste en una tarta de queso fría que se prepara sobre una base de galletas y que posteriormente cubriremos con una capa de mermelada de arándanos.
Es muy sencilla de hacer y lo mejor de todo es que los ingredientes que necesitaremos están al alcance de todo el mundo. Además no es necesario utilizar el horno para hacerla y es ideal como postre para completar el menú del día. ¿Te atreves a preparar esta tarta de queso sin horno? Vamos a comenzar con la receta!!
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 8 personas
- Calorías por ración (kcal): 455
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo de refrigeración: 7 horas
- Tiempo total: 8 horas
- Tipo de cocina: internacional
- Categoría: postres
Ingredientes de la tarta de queso sin horno
- 120 gr de galletas tipo maría
- 550 gr de queso crema
- 550 gr de nata para montar
- 350 gr de mermelada de arándanos
- 120 gr de azúcar
- 60 gr de mantequilla
- 18 gr de gelatina en polvo
Cómo preparar una tarta de queso sin horno
Comenzaremos preparando lo que será la base de la tarta. Por lo tanto, vamos a triturar bien las galletas hasta convertirlas en polvo. Para ello es recomendable utilizar una trituradora, aunque también lo podemos hacer aplastándolas con un tenedor o metiéndolas en una bolsa para después triturarlas con las propias manos.
Ahora ponemos las galletas trituradas en un bol y agregamos la mantequilla, la cual debe de estar derretida o completamente líquida. Mezclamos todo bien hasta que los dos ingredientes se hayan mezclado perfectamente formando una especie de pasta arenosa.
Preparamos el molde de 22 cm de diámetro y lo untamos con un poco de mantequilla para que a la hora de desmoldar sea más fácil. Volcamos la pasta de galleta sobre el molde y esparcimos todo bien aplastando para que quede un fondo compacto y uniforme.
Seguidamente metemos el molde en el frigorífico para que la base de galleta coja consistencia y quede más dura. Mientras tanto, vamos a preparar lo que será la tarta. Para ello, vamos a calentar a fuego medio en una cazuela o cazo, el queso crema, la nata para montar y el azúcar. Es importante que mientras se va calentando vayamos removiendo constantemente.
Cuando desaparezcan por completo los grumos, añadimos 14 gramos de gelatina en polvo (4 gr los reservamos para la cobertura de mermelada).
Continuamos removiendo hasta que veamos que va a empezar a hervir. En ese momento lo retiramos del fuego y removemos unos instantes más.
Ahora sacamos el molde del frigorífico y vertemos esta mezcla por encima de la base de galleta. Dejamos que repose a temperatura ambiente unos 15 minutos y luego volvemos a meterlo en el frigorífico para que se enfríe. Es aconsejable que tengamos nuestra tarta de queso refrigerada durante al menos una hora.
Después calentamos la mermelada de arándanos en un cazo y momentos antes de comenzar a hervir, añadimos el resto de gelatina en polvo (4 gr). Removemos todo bien hasta que se integre y retiramos. Con la ayuda de una espátula de cocina, esparcimos la mermelada por la superficie de la tarta de queso hasta formar una capa uniforme.
Volvemos a introducir la tarta en el frigorífico durante al menos 6 horas, aunque es recomendable dejarla toda una noche y servirla al día siguiente, ya que la tarta habrá cogido mucha más consistencia y estará mucho más rica.
Comentarios y sugerencias
También se pueden utilizar láminas de gelatina neutra en sustitución a la gelatina en polvo. Necesitaremos un total de 8 láminas (6 para la tarta y 2 para la cobertura).
Yo en esta ocasión he utilizado mermelada de arándanos, pero se puede sustituir por mermelada de fresa, melocotón, frutas del bosque, frambuesa, moras…
Resumen fácil de la receta
- Triturar las galletas hasta convertirlas en polvo.
- Mezclar las galletas con la mantequilla previamente derretida y hasta conseguir una pasta arenosa.
- Untar con un poco de mantequilla la base de un molde de 22 cm de diámetro.
- Distribuir la mezcla de galleta y aplastar formando la base de la tarta.
- Introducir en el frigorífico y continuar con la receta.
- Calentar en un cazo el queso crema, la nata y el azúcar mientras se va removiendo.
- Añadir 14 gr de gelatina y remover hasta que comience a hervir.
- Retirar del fuego y remover hasta que se atempere un poco.
- Verter la mezcla sobre la base de la tarta y dejar atemperar otros 15 minutos.
- Introducir en el frigorífico durante una hora.
- Calentar la mermelada en un cazo, agregar el resto de gelatina y remover hasta que se integre por completo.
- Distribuir la mermelada por encima de la tarta y refrigerar durante 6 horas.