Panecillos caseros

Si te gusta preparar tus propios panes o experimentar en el amasado con las harinas, esta receta será perfecta para que puedas practicar facilmente con un buen resultado. Los panecillos caseros son una de las recetas más fáciles de hacer, para disfrutar de pequeñas porciones con las que hacer tus meriendas o para acompañar tus comidas.

Son panes muy tiernos por dentro que te permitirán rellenarlos tanto con dulce como con salado, esta es una opción que deberás tener a mano para cuando necesitas hacer bocadilos sencillos y no cuentas con ellos e incluso congelar para usarlos cuando los necesites.

Si te interesan otro tipo de panes rápidos de hacer, te recomiendo el pan sin horno hecho en sartén, donde no necesitarás un horno para hacerlos. Las increíbles Flautas de pan con aceitunas, aunque parecen pequeñas puedes rellenarlas con diferentes ingredientes y su aspecto es muy atractivo para momentos especiales. Recuerda que las cenas ganan mucho cuando las haces con los panes de pita casero, con un interior capaz de ser rellenado con todo lo que se te pueda ocurrir, están buenísimos!.

Receta de panecillos caseros

Información de la receta

• Cantidad: 8 unidades
• Calorías por ración (kcal): 290
• Tiempo de preparación: 30 minutos
• Tiempo de reposo: 2 y 25 minutos
• Tiempo de cocinado: 25 minutos
• Tiempo total: 3 horas y 20 minutos
• Tipo de cocina: Internacional
• Categoría: Panes

Ingredientes necesarios

• 500 gr de harina de trigo
• 30 gr de levadura fresca o 10 gr de levadura seca de panadero
• 320 ml de agua tibia
• 20 gr de azúcar
• 1 cucharadita de sal

Preparación

Ponemos en un bol grande la levadura seca, el azúcar y 3 cucharadas de la harina para esta receta, mezclamos. Vertemos dentro el agua tibia y mezclamos bien todos los ingredientes. Lo dejamos reposar por 10 minutos, así tendremos listo el prefermento que habrá burbujeado.

Cogemos otro bol y lo llenamos con el resto de la harina, añadimos la sal y mezclamos. Incorporamos ahora el prefermento y lo mezclamos primero con una espátula y terminamos amasando con las manos, aunque este pegajosa la masa la amasamos sobre el mismo bol durante 2 minutos.

La dejamos resposar durante 10 minutos cubierta con film. Pasado el tiempo la sacamos del bol y la trabajamos sobre la mesa la golpeamos sobre ella y la levantamos, asi las veces necesarias para que se vuelva elástica. No hay que añadir más harina, tenemos que trabajarla el tiempo necesario.

Si lo hacemos manualmente tardaremos unos 20 minutos, pero si usamos la amasadora eléctrica el tiempo se acortará a la mitad, cuando se desprenda de las paredes la tendremos lista.

Pasamos la masa al bol aceitado y untamos también la masa con el aceite para que no se nos haga costra. Lo cubrimos con film y dejamos que repose por 1 a 2 horas dependiendo del clima de ciudad, hasta que triplique su tamaño.

Esparcimos un poco de harina en la superfice de la mesa y colocamos la masa, la amasamos metiendo las orillas hacia dentro y le damos forma redonda. Partimos con una espátula la masa en 8 partes iguales podemos pesarlas para cerciorarnos de que sean del mismo tamaño.

Cada porción la amasamos de los extremos hacias dentro, unimos en forma de bola, la giramos dejando la unión debajo y la boleamos sobre la mesa. Hacemos lo mismo con el resto de porciones, las aceitamos un poco por encima y las cubrimos dejándolas reposar sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal, por unos 15 minutos.

Precalentamos el horno a 250º C, con calor arriba y abajo e introducimos una cazo resistente con una taza de agua en la parte inferior del horno. Hacemos unos pequeños cortes a cada panecillo, los rociamos con un spray de agua y metemos la bandeja en la segunda posición contando desde abajo.

Pasados 10 minutos, abrimos el horno y rociamos de nuevo con el spray de agua los panecillos. Bajamos ahora la temperatura a 180º C y retiramos el cazo de agua, los dejamos por 15 minutos más o hasta que los veamos doraditos. Si no están dorados esperamos unos minutos más y ya tendremos nuestros ricos panecillos crujientes y esponjosos por dentro.