Buñuelos de viento
Con esta receta tradicional puedes preparar una remesa de buñuelos de viento para cualquier momento del día. Un dulce fácil de hacer y que además es perfecto como acompañamiento de un buen café o unos chupitos de licor.
Siempre nos apetece un dulce y en pleno otoño, como que resulta más apetecible con la llegada de los días fríos, ahora tienes la oportunidad de preparar esta deliciosa receta, buñuelos de viento, unas pequeñas bolas azucaradas que te entusiasmarán.
Aunque sus orígenes son judíos, como mucha gastronomía de España, son tradicionales en Madrid para la Semana Santa y Todos los Santos, se puede decir que son tan adictivos como los churros tradicionales. Aunque en otras regiones también se hacen fuera de estas fechas, tanto en los desayunos como para las meriendas.
El nombre de viento se les da, porque doblan su volumen al freírse y se hinchan, parece que crezcan. Esto permite que puedan ser rellenados con diferentes ingredientes, como el chocolate, la crema o el chantillí entre otros.
Estas bolas se hacen a mano con pocos ingredientes, harina de trigo, manteca, agua y huevos, luego se fríen para servirse solos o con el relleno que cada uno quiera, si ahora tienes tiempo es el momento de hacerlos, ¿comenzamos con la receta?.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de buñuelos de viento
Información de la receta
Cantidad: 25-30 porciones
Calorías por ración (kcal): 224
Tiempo de preparación: 25 minutos
Tiempo de cocinado: 20 minutos
Tiempo total: 45 minutos
Tipo de cocina: Española
Categoría: Postre
Ingredientes necesarios
Con estas cantidades tendremos para 25 raciones:
- 75 gr de harina de trigo
- 125 ml de agua
- 2 huevos
- Cáscara de limón
- 2 anís estrellado
- 50 gr de mantequilla o manteca
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- Aceite de girasol
- 1⁄2 cucharadita de sal
Preparación
En un cazo ponemos el agua y la calentamos al fuego medio, añadimos la sal, la mantequilla, la cáscara del limón y el anís. Dejamos que se disuelva la mantequilla y el resto de ingredientes y lo removemos con una espátula.
Retiramos la cáscara de limón y el anís, bajamos el fuego y añadimos la harina de golpe junto con la levadura en polvo. Removemos continuamente hasta que se despegue la masa de las paredes y lo retiramos del fuego para que se enfríe, durante unos 15 minutos.
Después añadimos un huevo a la masa, removemos para integrarlo, añadimos la mitad del otro huevo que habremos batido y comprobamos tras mezclar, que la masa queda con una consistencia firme pero que cae al cogerla con la cuchara. Si no es así, añadiremos el resto del huevo.
Calentamos abundante aceite de girasol en una sartén profunda y mientras, hacemos las bolitas entre dos cucharas de café mojadas en agua, hacemos la forma. Si las queremos hacer más perfectas, pasamos la masa a una manga pastelera y sacamos porciones de unos 3 cm, nos mojamos las manos en agua fría para cogerlas y pasarlas directamente a la sartén con el aceite muy caliente.
Dejamos que se doren y las giramos con la paleta para que se hagan por todos los lados. Las vamos sacando sobre un plato cubierto de azúcar y las rebozamos. Terminamos de freír todas las bolas y ya las podemos probar una vez frías o las rellenamos a nuestro gusto.
Consejos para hacer unos buñuelos de viento perfectos
Hasta que la masa no absorba bien el huevo no se añade el siguiente, así sabremos cuantos necesitamos para la receta.
La forma redonda es a veces un poco difícil ya que al freírlas se expanden y adquieren volumen, no te preocupes porque redondeadas siempre quedan.
Procura que el aceite no este ni muy caliente ni templado, esto afectará al resultado. Si no lo tienes caliente, las bolas irán al fondo y si te pasas de caliente se les formará por fuera una costra dura impidiendo que aumenten de volumen en la sartén. Controla la temperatura probando al principio solo con algunas.
Con qué acompañar los buñuelos de viento
Para acompañar los buñuelos podemos preparar un café o un vino dulce dependiendo del momento. Si quieres rellenarlos, una vez rebozados en el azúcar, hacemos un agujerito con la boquilla especial de repostería o si no la tienes con unas tijeras o cuchillo fino. Y una vez tengas la manga pastelera rellena de chocolate, nata o crema, los vamos rellenando hasta que veamos que el interior esta completo y listos para disfrutarlos!.