Chuletón a la plancha
Con esta receta y los trucos y recomendaciones que en ella vas a encontrar, conseguirás sellar perfectamente cualquier tipo de carne roja en una plancha o sartén y dejarla en el punto de cocción deseado.
Ya no hace falta ir a un asador para degustar un buen chuletón de ternera a la plancha. Con esta receta y algunos consejos básicos que te mostraré a continuación, vas a conseguir dejar la carne en el punto exacto de cocción deseado por cada comensal.
Como en todas las recetas de cocina, lo principal es utilizar una buena materia prima, así que te recomiendo comprar los chuletones en tu carnicería de confianza, donde podrás pedir al carnicero unas buenas piezas gruesas y jugosas.
El resto es muy sencillo, controlando los tiempos de cocción y la temperatura interna de la carne, conseguiremos cocinar un chuletón a la plancha de lujo.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 4 personas
- Calorías por ración (kcal): 199
- Tiempo de cocinado: 8 minutos
- Tiempo total: 8 minutos
- Tipo de cocina: española
- Categoría: carnes
Ingredientes del chuletón a la plancha
- 4 chuletones de ternera de 2 cm de grosor
- Mezcla de pimientas al gusto
- Aceite de oliva
- Sal en escamas
Cómo preparar chuletón a la plancha
Ponemos a calentar la plancha o una sartén plana a fuego alto y añadimos unas gotitas de aceite de oliva.
Cuando el aceite esté ya caliente, añadimos los chuletones de ternera y cocinamos durante 4 minutos aproximadamente. El tiempo varía en función del grosor de las piezas y del punto de cocción deseado. Puedes ver los distintos puntos de cocción más abajo.
Volteamos las piezas de carne y añadimos un puñadito de sal en escamas por encima. Espolvoreamos los chuletones con mezcla de pimientas y cocinamos durante 3-4 minutos más o hasta dejar la carne a nuestro gusto.
Ahora ya tenemos listos nuestros chuletones a la plancha, así que los llevamos directamente a la mesa para comerlos en caliente. Buen provecho!!
Con qué acompañar un buen chuletón
Cuando entramos a comer un chuletón en un restaurante, la guarnición que siempre nos proponen los camareros son las patatas. En este caso te puedo recomendar unas patatas Hasselback que son muy fáciles de preparar, las típicas patatas deluxe o patatas gajo o lo más acertado bajo mi punto de vista, unas patatas asadas en el horno.
Pero esto no queda ahí, los chuletones de carne también los podemos acompañar con otras opciones, como por ejemplo unos ricos champiñones en salsa, una escalivada tradicional o incluso un delicioso pisto de verduras.
Puntos de cocción de la carne
Saber cocinar un buen chuletón no es nada complicado, solo hay que conocer bien los puntos de cocción de la carne y preguntar cómo le gusta a cada comensal. Además es muy recomendable la utilización de un termómetro de cocina con lectura instantánea para controlar bien la temperatura interna de la carne.
A continuación te muestro los distintos puntos de cocción de la carne y sus características dependiendo de los grados de cocción de las carnes rojas. Los tiempos de cocinado son aproximados porque todo dependerá del grosor de la pieza y del tipo de carne en cuestión.
Muy poco hecha: La carne en este punto se cocina muy poco tiempo, pues su interior tiene que quedar de color rojo sangrante. La temperatura interna ideal estará entre los 46 y los 52 grados y se cocina durante minuto y medio por cada lados aproximadamente dependiendo del grosor de la pieza y a fuego alto, así todo el exterior se sella rápidamente para contener los jugos.
Poco hecha: Igual que en el caso anterior, la carne se sella a fuego alto, pero el tiempo de cocinado es algo mayor, aproximadamente de 3 minutos por cada lado porque el interior tiene que llegar a los 56 grados.
Al punto: Con una temperatura interna de 60 grados y un tiempo de cocinado de unos 4 minutos por cada lado a fuego medio-alto, la carne al punto tiene que quedar bien sellada en su exterior y con el 50% aproximadamente crudo o rojo en su interior. Los expertos recomiendan este punto para degustar cualquier pieza de carne, como por ejemplo un buen chuletón.
Punto más: Si no te gusta ver sangre en la carne, este es el punto que te recomiendo. La carne ya no está roja por dentro, se ha convertido en un color rosáceo cuando está en un punto pasado. Su temperatura interna deberá alcanzar los 65 grados y el tiempo de cocinado será de unos 4 minutos y medio por cada lado a fuego medio-alto.
Hecha: Aquí la temperatura interna es de 71 grados y la cocción de la carne será de unos 5 minutos y medio por cada lado. Su interior ya se ha convertido todo en un color marrón sin zonas rosáceas. Es en este punto donde la carne comienza a perder parte de sus jugos y a resecarse.
Muy hecha: Con una cocción de al menos 6 minutos por cada lado a fuego medio-alto, la carne queda bien tostada por fuera y marrón por dentro, con sensación seca por haber perdido gran parte de sus jugos, lo que popularmente se conoce como «suela de zapatilla».
Trucos para un chuletón perfecto
Escoger unos chuletones de tamaño considerable y evitar las piezas demasiado pequeñas, es una buena forma de asegurarnos un éxito rotundo. El motivo es que cuanto más grande sea el chuletón, menos probabilidades hay de que se reseque y pierda gran parte de sus nutrientes debido al tiempo de cocción.
Es importante que la carne se encuentre a temperatura ambiente antes de cocinarla, por lo tanto, es recomendable sacarla del frigorífico entre una y dos horas antes y mantenerla en un plato o fuente tapada con papel film con el propósito de que se atempere.
Otro punto clave para cocinar carne roja es el momento en el que se debe añadir la sal. El momento ideal será cuando volteamos la pieza y siempre debemos utilizar sal gruesa o sal en escamas.
La cocción de la carne es recomendable hacerla a una temperatura moderada, de esta manera conseguiremos que mantenga sus propiedades y sabor al máximo, evitando por otro lado, la pérdida de sus jugos y por consiguiente que se reseque por dentro.
Uno de los errores típicos que se suele cometer a la hora de sellar un chuletón, es aplastar la carne contra la plancha o sartén con la intención de que se haga más rápido por dentro. De esta forma, lo único que se consigue es que la carne pierda más cantidad de jugos y quede mucho menos sabrosa.