Cómo hacer patatas al horno con queso Roquefort cremosas
Con esta receta fácil conseguirás aprender cómo se hacen las patatas al horno con queso roquefort, una guarnición estupenda para acompañar todo tipo de carnes y pescados.

Hoy vamos a preparar unas ricas patatas al horno que combinaremos con queso roquefort para el deleite de todos aquellos que les gusta el fuerte sabor tan característico de este queso.
Estas patatas están geniales como guarnición para completar otros platos de carnes o pescados, pero también es cierto que las puedes servir solas como aperitivo. Son muy fáciles de hacer, así que si te animas, sigue leyendo esta receta hasta el final.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Información de la receta
- Raciones: 4 personas
- Calorías por ración (kcal): 312
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 40 minutos
- Tiempo total: 50 minutos
- Tipo de cocina: francesa
- Categoría: guarnición
Ingredientes necesarios
- 1 kilo de patatas
- 300 gr de queso roquefort
- 1 vaso de leche
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- Queso rallado para fundir
- Perejil recién picado
- Pimienta
- Aceite de oliva
- Sal
Cómo preparar patatas al horno con queso roquefort
Empezamos lavando bien las patatas y las ponemos a cocer en una olla con abundante agua y una pizca de sal. Contaremos unos 20-25 minutos desde que el agua comience a hervir, sacamos las patatas y las dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Una vez templadas las patatas, las pelamos y las cortamos en rodajas no muy gruesas, de ½ centímetro mas o menos y reservamos. Desmenuzamos el queso roquefort en un recipiente, agregamos el vinagre, media taza de aceite de oliva y la leche. Removemos enérgicamente hasta conseguir una mezcla tipo crema y salpimentamos a nuestro gusto.
Fuente especial para asar patatas en el horno
Ahora cogemos una fuente especial para horno y la engrasamos con un poquito de aceite de oliva. Distribuimos todas las rodajas de patata de tal forma que queden superpuestas las unas con las otras. Añadimos un puntito de sal a las patatas y las bañamos con la crema de roquefort que tenemos preparada. Seguidamente espolvoreamos el queso rallado por encima junto con el perejil picadito.
Precalentamos el horno a 190º C. Cuando el horno haya cogido temperatura, metemos la fuente con las patatas y horneamos durante 20 minutos aproximadamente hasta que el queso quede fundido y doradito. Ahora ya podemos sacar las patatas y servirlas a la mesa como mejor nos convenga, como guarnición o como aperitivo. Seguro que te van a encantar!!
Preguntas frecuentes
¿Qué tipo de patatas son las mejores para esta receta?
Para patatas al horno, lo ideal es usar patatas que sean buenas para asar o gratinar. Las variedades como la Kennebec, Monalisa o patatas para cocer/freír suelen funcionar muy bien, ya que mantienen su forma y se vuelven cremosas por dentro. Evita las patatas muy harinosas que podrían deshacerse demasiado.
¿Puedo usar otro tipo de queso azul si no tengo Roquefort?
¡Sí, claro! Si no tienes Roquefort, puedes sustituirlo por otros quesos azules como el Gorgonzola, Cabrales o Stilton. Cada uno aportará un matiz de sabor ligeramente diferente, pero todos combinarán bien con las patatas. Elige el que más te guste o el que tengas a mano.
¿Se puede añadir algún otro ingrediente para variar el plato?
Absolutamente. Este plato es muy versátil. Puedes añadir cebolla caramelizada, trocitos de bacon crujiente, nueces picadas, champiñones salteados o incluso hierbas frescas como tomillo o romero para complementar el sabor del queso y las patatas.
¿Cuánto tiempo se conservan las patatas al horno con Roquefort?
Una vez cocinadas, las patatas al horno con queso Roquefort se conservan en un recipiente hermético en el refrigerador por 2-3 días. Te recomendamos calentarlas en el horno para que recuperen la textura crujiente y el queso vuelva a fundirse.
¿Se pueden congelar estas patatas?
No es lo más recomendable. Las patatas asadas o gratinadas tienden a cambiar su textura al descongelarse, volviéndose harinosas o acuosas. El queso también puede perder algo de su cremosidad. Es mejor prepararlas y consumirlas frescas.
Si tienes cualquier otro tipo de duda, puedes hacer tus preguntas en el apartado de comentarios más abajo.
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Resumen fácil de la receta
- Cocer las patatas en agua hirviendo con sal.
- Pelar y cortar las patatas en rodajas.
- Desmenuzar el queso roquefort en un recipiente y mezclar con el vinagre, la leche y media taza de aceite de oliva hasta convertirlo en una crema.
- Salpimentar el al gusto.
- Distribuir las rodajas de patata en una fuente de horno previamente engrasada con aceite de oliva.
- Salar y verter la crema de roquefort, espolvorear con queso rallado y perejil picado.
- Hornear durante 20 minutos con el horno precalentado a 190º C.
¿Con qué se puede acompañar este plato? Parece bastante contundente por sí mismo.
Aunque son deliciosas por sí solas, estas patatas son una guarnición fantástica. Combinan muy bien con carnes a la parrilla (como un buen solomillo), pollo asado o incluso un simple pescado a la plancha. Para equilibrar la contundencia, una ensalada verde fresca con un aderezo ligero es el acompañamiento perfecto.
¿Puedo preparar este plato con antelación y hornearlo justo antes de servir?
Sí, puedes preparar las patatas con la salsa y el queso hasta el punto de hornear y guardarlas en el refrigerador por unas horas. Justo antes de la comida, sácalas, déjalas a temperatura ambiente unos 15-20 minutos y luego hornea. Esto es genial para planificar con antelación, ¡especialmente si tienes invitados!
Mis patatas no se doran bien por encima. ¿Qué puedo hacer para conseguir esa capa gratinada perfecta?
Para un gratinado ideal, asegúrate de que tu horno esté a la temperatura adecuada y precalentado. Una vez que las patatas estén casi cocidas, puedes subir la temperatura del horno un poco o, si tu horno tiene función de grill, activarla los últimos 5-10 minutos. Vigílalos de cerca para que no se quemen. También ayuda que la capa de queso no sea excesivamente gruesa.
¡Me encanta el Roquefort, pero a mi familia no le gusta el queso muy fuerte. ¿Hay alguna manera de suavizar un poco el sabor sin perder la esencia?
¡Claro! Para suavizar el sabor, puedes mezclar el Roquefort con un queso más suave, como un queso crema o un queso fresco tipo Philadelphia, o incluso un poco de mozzarella rallada. Otra opción es reducir la cantidad de Roquefort y complementar con un queso azul más suave como el Gorgonzola dulce.